martes, 31 de julio de 2012

Os escribo desde el Jungle World Resort en Sauraha, Chitwan. Hoy ha empezado lo que llamo la semana de transición o semana de ruta. Me he montado una semana de visita por tres sitios nepalíes antes de ir al otro orfanato. La primera parada es el Parque Nacional Royal Chitwan que se encuentra al sur del país y hace frontera con la India. Aquí se tiene la posibilidad de contemplar algunos de los últimos rinocerontes de un sólo cuerno del planeta, subir a lomos de un elefante o ver el tigre de Bengala.

A las 6 de la mañana ya estaba caminando hacia la parada de autobús que me llevaría aquí, a las 7 hemos partido y ahora, a las 2 del mediodía aproximadamente he llegado al hotel y me han recibido con un zumo de mango. Me he quedado flipando con la habitación. Parece una pequeña casita en medio de algo tropical. Es todo como muy exótico. Aquí hace mucha más calor que en Katmandú, es terrible. El viaje ha ido bien aunque un poco cansado, hemos hecho dos paradas. En una me he comprado unas galletas porque no había desayunado y en la otra un té negro y dos tostadas. Han habido dos cosas curiosas durante el viaje. La primera es que el autobús se ha parado delante de una escuela que se llamaba Nea School y Nea es mi apodo de toda la vida. La segunda es que, en otra de sus frenadas, he empezado a oír mucho ruido. Me asomo a la ventana porque la tenía abierta y tenía el brazo afuera y me doy cuenta de que tengo un muerto debajo. Un muerto que imagino que lo llevaban a la pira crematoria, vestido con sus mejores galas y un montón de gente llevándolo y cantando algo que parecía un poco ritual. Me ha dado un efecto cuando he visto que un poco más y lo toco que no os imagináis.
 
Después de llegar a la habitación me he dado una ducha de agua fría que me ha sentado super bien y me he ido al restaurante a comer chowmein con pollo mientras aprovechaba para escribir un poco. Ha venido mi guía y me ha presentado el planning para los días que estoy aquí. A la hora nos hemos ido y me ha enseñado dónde y cómo viven los Tharu, que son una casta de aquí. Son super amables y he podido ver el interior de una casa, cómo estaba construida, todo. También he podido jugar con los patos bebés que tenían en el patio. Hace un calor aquí que yo no paraba de sudar. Andando el guía me ha comentado la variedad de especies que hay aquí. Imaginaos mi cara cuando me dice que hay pitones entre otras serpientes, que hay dos tipos de cocodrilos y no sé cuantas cosas más. Hemos caminado por la jungla porque le habían dicho que había un rinoceronte en el agua y lo hemos ido a ver. Tonta de mí me había dejado la tarjeta de memoria así que las pocas fotos que he podido hacer han sido con el móvil. Ha sido impresionante ver al rinoceronte. También habían, al otro lado del río, elefantes.
 
Hemos continuado caminando y de repente me señala algo y me dice qué es eso? Y le digo, pues barro con plantas, qué va a ser. Se ríe y continuamos caminando, me dice mira ahora, qué es eso? Cuando he visto que el barro y plantas se movía me ha entrado una cosa en la barriga, porque no era lo que yo decía que era... ¡era un cocodrilo! Después de verme la cara, encima, el guía me dice que mañana nos toca canoa y que iremos por la zona de los cocodrilos, pero no de los que sólo comen peces no, ¡de los otros! Mañana tendré que vestirme con colores oscuros para no llamar la atención en la jungla que tenemos que caminar por allí antes de subirme a los elefantes. Qué fuerte me parece todo, yo haciendo esto, quién me lo iba a decir.

Cuando hemos vuelto he comido momos vegetales y como me decían que comiera más que era muy poco he probado el masala papad, que es pan indio con un relleno de vegetales por encima, me ha encantado. El problema es que con los dos platos reventaba. He ido a la habitación a coger la tarjeta de la cámara y nos hemos ido a ver una muestra de las danzas populares de los Tharu. Eran danzas que bailaban en el templo, danzas que eran ofrendas,... Ha sido una experiencia chulísima, más porque cuando ves cosas así caes en la cuenta que la misma pasión por la danza que ves en un ballet de Angel Corella también lo encuentras aquí, en una casta que vive en casas de bambú y adobe.

Poco más por hoy. Me despido que mañana toca sesión de elefantes, pájaros, canoa y jungla. Un beso muy grande desde el pueblo de los Tharu.

1 comentario:

  1. "Seamos ese pedazo de cielo, ese trozo en que pasa la aventura misteriosa, la aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño."

    Vicente Huidobro

    Feliz semana aventurera, me encantaría haber conocido esa explosión de naturaleza en el paraiso nepalí.
    Creo que oficialmente ya eres Nea de la jungla.

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