Ayer por la mañana
me fui en el bus local hasta donde vive Sagar y luego nos fuimos con
otro autobús, que por cierto lo conducía una mujer, a la estupa Bodhnath. Esta es el centro principal del
exilio tibetano en Nepal. Alrededor de la base giran unos 800
cilindros de oraciones con la inscripción: Om mani padme hum. La
verdad es que me pareció un sitio muy bonito, la sensación no fue
comparable a la de Pashupatinath pero estuvo muy bien. Es un lugar
tranquilo y apacible y hay varias tiendas de artesanía y demás.
Después de visitar también el monasterio Sagar y yo estuvimos dando
vueltas por allí y al poco decidimos marcharnos. Cogí un taxi para
volver al orfanato y Sagar se fue a coger un transporte que le
llevara a Durbar Square que le tocaba visita con la otra voluntaria.
El viaje en taxi fue tremendo. No sé por qué razón el hombre no cogió el camino de la ciudad y se empezó a meter por zonas no asfaltadas y, claro, teniendo en cuenta que durante la anterior tarde y la noche había llovido un montón había allí un barrizal que tela. A veces el coche iba ladeado porque intentaba no pillar todos los charcos y yo pensaba madre mía no llego al orfanato. La situación más crítica fue cuando llegamos a un barrizal enorme y había un coche y un camión encallados. Ahí sí que pensé, de esta no salimos yo no llego al orfanato y encima no tengo ni idea de dónde estoy. Pero el señor taxista, con la primera y el pedal a tope le dio y al final conseguimos salir del apuro. Llegué al orfanato bien después de tanto sobresalto.
Ayer fue un día
especial en el orfanato, el Día Oficial de los Macarrones con Tomate
(y pollo, en este caso). A las 5, mientras los niños hacían los
deberes Gita y yo nos pusimos a cocinar. La verdad es que salieron
buenos. A todos les gustaron mucho excepto a Pramila que creo que no
le gustan los macarrones y la veía hacer un poco de esfuerzo para
comérselos. La pobre me dio las gracias después. Este gran e
importante día queda documentado en una foto como podéis ver.
Después de la cena acabamos de ver La Cenicienta y empezamos a ver
Robin Hood. Yo me dormía en la película, estaba cansadísima ayer.
Al poco se fue completamente la electricidad y salí de la habitación
d los chicos con el ordenador en mano, el disco duro, el móvil y la
riñonera. Como no veía nada me salté un escalón (para subir a mi
habitación y a la de Souman hay una especie de escalera pronunciada)
y me caí para abajo metiéndome una leche de consideración. Menos
mal que estaba Bijay y me ayudó y vino a mi habitación para darme
la mano y decirme buenas noches como cada día. A la hora más o
menos se fue todo, la luz, el Internet, etc. Salí a lavarme las
heridas y Souman me viene todo preocupado diciéndome que no podré
acceder más a Internet y yo diciéndole que estuviese tranquilo que
estaba cansada y me iría a dormir y él todo preocupado diciéndome
que vale, que me lo intentaría arreglar al siguiente día por la
mañana si las placas solares tenían carga. Souman es muy buen
hombre me cae genial y está muy pendiente de mí y de que esté
bien. Me dice que esta es mi casa y que haga lo que quiera. Ayer
estaba un poco mal porque tiene glaucoma y no ve mucho y se le había
irritado un ojo por dentro y aún le era más incómodo mirar.
Hoy me he
despertado y duchado con agua fría como siempre. Cuando he bajado
Gita me ha preparado el té (que es té negro, según me ha dicho) y
ya han bajado Kasturi, Bijay, Hari, Binod y Saugat a hacer perrerías.
Pramila ha venido al poco, se habrá acercado al colegio para
resolver dudas de los deberes. Esta chiquilla me tiene preocupada.
Intento vigilarla siempre aunque no le diga nada. Hoy se ha levantado
otra vez a las 4 de la madrugada para estudiar y hacer deberes. No
duerme ni 6 horas al día. Le he dicho que el sábado haga el favor
de dormir mucho y descansar sobretodo. Al poco me ha venido Saugat a
decir que si iría con él al colegio y le he dicho que sí que
obviamente y estaba todo contento porque decía ¡te voy a presentar
a mis amigos, bien! Así que post-té y ha tocado el ritual de ver
como se ponen los uniformes, como se peinan o se echan colonia. Le
ato los cordones a Saugat, le quito una mancha de arena que lleva
Binod en el pantalón y nos vamos para la escuela. Hoy ya les he
acompañado yo sola, me ha hecho ilusión. Cuando hemos llegado
Saugat ha empezado a chillar no sé cuantos nombres y a decirme you
wait y yo que sí que sí que no me muevo de aquí. Me ha traído a 5
o 6 amigos y me iba diciendo este es el primero de clase, este el
segundo, este hace tal el otro cual. Estaba emocionadísimo.
Los he dejado en el
cole y, como iba sola, he decidido echar a andar para ver un poco
como eran los alrededores del orfanato. He andado como 45 minutos, no
sé dónde he llegado pero he descubierto por el camino una tienda
que hacen pastelitos nepalíes. Son distintos a los árabes pero
están muy muy buenos. He visto y probado tres: una bola como rellena
de coco con miel por encima, una galleta muy buena que no sé de qué
era y un rombo que creo que tenía frutos secos. Me los he comido de
vuelta al orfanato. Aquí no hay aceras así que me estoy volviendo
ya toda una experimentada en esquivar coches, motos, bicicletas,
autobuses y todos los medios de transporte.
Por la tarde he ido a comprar mangos y a pasear un buen rato. Sin rumbo fijo ni nada por el estilo, simplemente a pasear por el placer de pasear. Ha sido un día bastante reflexivo pero muy bonito. Me encanta salir a pasear y que la gente me sonría. Es genial. Cuando he vuelto hemos puesto un poco de música con el móvil y luego Hari me ha regalado un dibujo precioso. Por la noche, como no, ha tocado sesión de película. Hoy hemos acabado Robin Hood y les he puesto, recomendación mía, El libro de la selva. Les he dicho que les encantaría y efectivamente, así es. Mientras ellos veían la película Gita me pintaba las uñas del rojo que se ponen aquí las mujeres en la festividad que estamos porque dice que no puede ser que me muerda las pieles, me va diciendo: bad, Andrea! Y esto es todo por hoy, amigos. Ya iré subiendo noticias y fotos de estas personitas geniales. Un besazo enorme desde el país de las sonrisas.
Por la tarde he ido a comprar mangos y a pasear un buen rato. Sin rumbo fijo ni nada por el estilo, simplemente a pasear por el placer de pasear. Ha sido un día bastante reflexivo pero muy bonito. Me encanta salir a pasear y que la gente me sonría. Es genial. Cuando he vuelto hemos puesto un poco de música con el móvil y luego Hari me ha regalado un dibujo precioso. Por la noche, como no, ha tocado sesión de película. Hoy hemos acabado Robin Hood y les he puesto, recomendación mía, El libro de la selva. Les he dicho que les encantaría y efectivamente, así es. Mientras ellos veían la película Gita me pintaba las uñas del rojo que se ponen aquí las mujeres en la festividad que estamos porque dice que no puede ser que me muerda las pieles, me va diciendo: bad, Andrea! Y esto es todo por hoy, amigos. Ya iré subiendo noticias y fotos de estas personitas geniales. Un besazo enorme desde el país de las sonrisas.
La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.
ResponderEliminarJean Jacques Rousseau
La manera de ver, pensar y sentir de esos niños es tremendamente especial y muy necesitada de tu punto de vista. Sus caras junto a ti emocionan