sábado, 21 de julio de 2012

Sabía que desde Godavari no tendría internet así que he ido escribiendo un pequeño diario de estos días.  Sé que es extenso pero han sido unos días muy intensos.

19.07.2012 – 15:15
Hace unas horas que he llegado a Godavari. La verdad que antes de llegar me he puesto un poco nerviosa porque me daba un poco de vergüenza. Cuando hemos llegado sólo estaba la madre. Me ha saludado con una sonrisa. Luego, Suren me ha enseñado mi habitación, que está apartada de la casa, tienes que salir de la casa para entrar en mi habitación. La pared es azul verdoso y las ventanas azules. Como buenos lectores ya sabéis de mi fobia insectil, cabe decir que se me están pasando todas las tonterías, y aquí más que en el hotel. 
Suren me ha dado clase de cultura, mientras la dábamos la mujer de la casa nos ha traído un té, es el primer té que me bebo entero, lo hace con leche y estaba bueno. Cuando hemos llegado al punto del matrimonio Suren y yo nos hemos pasado mucho rato hablando sobre él, que luego ha derivado en el tema de las relaciones amorosas y, finalmente, en el amor. Ha sido una conversación super interesante y muy bonita, la verdad. Muy emotiva. Creo que, gracias a esta conversación, he encontrado algo de lo que estoy buscando aquí. Lo he reconocido al instante. Después Hari me ha dado clase de nepalí.
Cuando Hari se ha ido he salido con una vergüenza enorme a intentar integrarme en la familia. He entrado en la cocina, la madre, que se llama Manjari, estaba cocinando. Enseguida me ha sonreído y yo, con mi libreta de nepalí he intentado hablar un poco con ella, no habla inglés. Nos hemos entendido bastante bien sólo que no sé qué leches me ha dicho que no he entendido bien la frase y veo que me trae otro té y digo la leche... ¡Me he equivocado de respuesta! Así que me he bebido otro té con leche. 

La cocina está hecha como de adobe, las repisas para almacenar objetos y el sitio donde cocinan también. Dentro de la casa, como es costumbre aquí, tienes que ir descalza. Después he salido fuera y me he encontrado al abuelo de la familia, Krishna. Que habla solo gran parte del tiempo pero le debo haber hecho gracia porque haciéndome señas me ha dicho que lo siguiera, yo corriendo he ido a ponerme las botas y le he seguido. El pobre me ha llevado donde está el baño y me ha explicado con gestos cómo cerrarlo. También me ha enseñado las dos vacas de la familia mientras no paraba de sonreír. 

He hecho algunas fotos, el cielo es precioso y las montañas de fondo y los campos de arroz son impresionantes. Ya han llegado los hijos, son dos hijas (aunque una no está aquí porque está casada) y un hijo. Me llaman para comer maíz. De momento no he tenido ninguna experiencia con sanguijuelas, aunque me han advertido.

19.07.2012 – 20:57
Me acabo de ridiculizar a mí misma. Me he encontrado echándole desodorante a dos arañas, una de tamaño descomunal (pienso adjuntar una foto) y la otra que parece su hija. Madre mía, cuando la he visto se me ha puesto la piel de gallina. 

En fin. He comido maíz con todos (menos el padre y el abuelo) fuera de la casa, sentados en el suelo. Los hijos, sobretodo el hijo, Gorakh, me hacía de traductor con la madre, que es un sol y está super atenta a todo. Hemos estado hablando un rato y luego Manjari nos ha llamado para el Daal Bhat. Yo que soy medio cateta ya ni me acordaba que antes hay que lavarse las manos y me siento con toda la pachorra y oigo a Gorakh que me insinua si no necesito lavarme las manos. Primera cagada, he pensado. Después de lavarme las manos hemos entrado y la madre pobre preocupada porque como era mi primer Daal Bhat y además la primera vez que comía con las manos no paraba de insistir en que comiera con cuchara. Yo le he dicho que no, que quería aprender, y me ha ido ayudando con la posición de la bandeja, etc. La cosa es que le he pillado el tranquillo enseguida y me lo he ido comiendo muy bien, estaba buenísimo y era bastante picante. He conseguido decirle que estaba muy buen en nepalí y luego que estaba llena. La pobre me miraba todo el rato para ver si estaba bien. Ella se espera y come cuando llega el marido. Después de cenar, también uno se debe lavar las manos otra vez. Gorakh me ha dicho que le diera mi plato a Uma, su hermana, que ella me lo lavaría y yo le he dicho que no, que quería hacerlo yo. He estado charlando sobre la universidad y sobre dioses con Gorakh. Está esperando los resultados de una prueba para acceder a la universidad, quiere ser chef pero dice que sólo sabe cocinar Daal Bhat y té. Ojalá hubiera macarrones para comprar aquí, como sólo sé hacer eso y una tortilla, le enseñaría. Hemos ido a mi habitación y les he enseñado fotos y hemos mirado las películas del disco externo que me preparó Javi, seguramente mañana hagamos una sesión de cine. Uma me ha mostrado su mano, que también la lleva pintada. Me ha explicado que era por la festividad y le he explicado que a mí me pintó la mano Sangita. Como ha visto que no llevo la pulsera verde que se lleva también me ha traído una suya, creo que Gorakh se lo ha dicho o insinuado. La cuestión es que le he dicho que no podía aceptarla, que no, pero mientras se lo decía ya me la estaba poniendo. Le he dado una abrazo, que entre mujeres sí podemos abrazarnos aquí. Luego se ha ido a dormir y yo me he quedado hablando con el chico sobre su abuelo, sobre los horóscopos (me hace unas preguntas que tela, a parte de esto también me ha preguntado por los fantasmas, es la leche). Cuando se ha ido ha sido cuando he visto las arañas. En realidad Gorakh me ha dicho que también pueden haber serpientes, por eso me ha recomendado que cierre la ventana así que al lado de esto, ¿qué es una araña? Mientras escribía el principio de este capítulo del diario godavariense se ha ido la electricidad. Con la linterna y el móvil-linterna he ido recogiéndolo todo y poniéndome el pijama. Ahora ya ha vuelto. Ellos se levantan a las 5-6 pero me han dicho que haga el favor de levantarme más tarde. He quedado a las 10 con Sagar mañana, para visitar los campos. A las 16 tengo clase de nepalí otra vez. Buenas noches mundo, desde los campos de arroz.

20.07.2012 – 9:09
He dormido fatal, no he conseguido dormir más de una hora seguida, excepto de 5 a 7 que debo haber dormido casi las dos horas por completo. Esta noche ha hecho mucho frío y yo sólo tenía manga corta, pensaba que me había llevado al sábana de algodón que me traje de casa pero la metí en la maleta rumbo al orfanato. Así que he hecho un invento y he dormido con los pantalones rojos bombachos a modo de jersey, con las piernas de mangas. Después me he despertado porque tenía 3 picaduras de mosquito en el pie izquierdo, por lo que me he puesto calcetines de inmediato, además de para el frío. A la hora siguiente me ha picado otro insecto, que creo que no era un mosquito, en la muñeca derecha y cuando he abierto los ojos lo tenía muy hinchado y caliente. Qué mal rollo me ha entrado.

A las 5 de la mañana o antes Manjari ya estaba tosiendo, fuma a escondidas, mientras cocina. Cuando me he levantado me ha preguntado cómo he dormido y me ha dado té, que también me lo he bebido entero. Como llevo la pulsera que Uma me ha dado me ha dicho que ya soy muy nepalí, tengo la mano, el brazalete y me ha dicho que también tengo pelo de nepalí. Escribo esto sentada en una especie de alfombra de paja fuera de la casa, mientras espero a Sagar. Los cuervos que tengo delante intentan comerse el cable de la electricidad. Segundo Daal Bhat comido manualmente con éxito.

20.07.2012 – 15:35
Sagar me ha venido a buscar y hemos ido a visitar la estatua de un Buda. Por el camino hemos parado en un chiringuito local para que comiera algo que no había probado bocado desde el primer Daal Bhat. Cuando hemos salido, él se ha pasado un buen rato charlando con la gente, habla hasta con las piedras, me ha dicho que mucha gente le preguntaba si yo era nepalí, que él les decía que no, que era de España y que ellos le comentaban que me tenía los rasgos característicos de una casta de aquí. Le he dicho a Sagar si iba enserio y me ha dicho que sí, si no me he enterado mal dice que me parezco a los de su casta, que son los Kshtriya. 

Después de la estatua hemos ido a visitar un monasterio budista-tibetano. Ha sido muy especial para mí porque ha habido una mujer que me ha sonreído desde buen comienzo. Yo estaba, como no, con el perro del monasterio que se ha dormido mientras lo acariciaba y Sagar estaba tumbado en una alfombra. Cuando he ido con él, la mujer se ha acercado y ha empezado a preguntarle a Sagar cosas sobre mí. Nos hemos hecho una foto juntas. Estábamos a punto de marcharnos cuando ha hecho que me esperara, se ha sacado dos brazaletes y me los ha puesto a mí, yo me he quedado muy parada. Le he dado un abrazo muy fuerte, me ha dicho que era mi aammaa (madre) nepalí. Me he emocionado muchísimo.
Hemos vuelto a casa, después de 4 horas y algo caminando. Como hemos pasado por los campos de arroz, caminando por los límites, y ayer llovió mucho y esta noche creo que también, cuando caminaba me llegaba el barro hasta los tobillos, me he puesto los pantalones perdidos. Al llegar a casa, Manjari me ha facilitado un cuenco y he lavado las botas y los pantalones. Cuando he acabado, Krishna, el abuelo, me ha quitado una de sus camisas para que pudiera tender mis pantalones. 

 No nos podemos comunicar muy bien pero es muy majo. Luego, la madre me ha dado un plato de arroz seco con sal y un té, me ha preguntado quién me había regalado los dos brazaletes y con la ayuda de Uma se lo he contado, me ha contestado que la gente aquí me regala cosas porque soy muy guapa. Me he puesto como un tomate. Faltan menos de 15 minutos para que llegue Hari pero, con lo puntual que es, lo mismo y oigo que en un segundo está aquí.

20.07.2012 – 20:19
Acabo de comer mi penúltimo Daal Bhat con la familia. El último será el de la mañana, a las 10 cojo el autobús local (nueva experiencia) y me voy con Sagar al orfanato de Suni. Me ha dado pena que fuera mi última clase de nepalí con Hari, me ha dado su correo y me ha dicho que me agregará en Facebook. Después me he puesto fuera con Gorakh, Uma y su primo. El primo tiene una novieta chinita y está loco por ella, dice que es el único amor de su vida. 

Cuando hemos estado solas Uma y yo hemos estado hablando sobre el matrimonio. La verdad es que la conversación me ha dejado muy parada porque ella ha sido muy sincera y me ha dicho que ella no cree en el matrimonio con amor, sólo cree en el matrimonio pactado. Me he quedado fría. Quizá es una 'herramienta' psicológica que usan para estar bien con la persona que su familia elija pero es difícil para mí entender estas cosas. Sobretodo, que una muchacha de 21 años me diga que no cree en algo tan universal. Se ha quedado muy sorprendida cuando me ha preguntado a mí y yo le he dicho que no sé si quiero casarme y que tampoco sé ahora mismo si quiero tener hijos. Casi le da un mareo. Al poco, cuando se ha sumado Manjari a la alfombra exterior, he sacado la libreta que es donde llevo las fotos y les he ido enseñando fotos, tanto de padres como de amigos, y explicándoles quien era cada persona. La verdad que ha sido un momento muy bonito además de porque sonreían con cada foto, cuando han llegado a la foto de Javi la madre se ha puesto como con los ojos muy abiertos y ha empezado a hablar muy rápido en nepalí. Estaba super emocionada diciéndome que lo conocía, que no se acordaba de dónde lo había visto pero que lo había visto y que sabía quien era en persona. Más mona Manjari, estaba super contenta. Uma luego me ha dicho que si les voy a olvidar, le he dicho que imposible, y me ha dicho que si vuelvo a Nepal que vaya a verlos. 

Es obvio que volveré a verlos, han sido una gran familia para mi estos días, me da mucha pena irme mañana. Aunque las condiciones a priori me pueden haber chocado no me ha costado nada adaptarme a ellas. Como ya os he dicho hay muchos insectos y alguna serpiente, el baño es un agujero lleno de arañas al lado del establo, la ducha es exterior y pública, vamos, hablando en plata, es el grifo con el que se lava fuera, te tienes que poner un lungi para poder lavarte, como yo no lo tengo, no me he lavado (aunque la cabeza sí me la he lavado como he podido porque con la caminata, tela). Aunque tenga los pies un poco afectados por andar descalza por aquí y el cuerpo lleno de picaduras. Aún y todo, es una experiencia maravillosa que recomiendo a todo el mundo. Es una lección de vida. De gente currante, gente feliz, gente que sabe sus limitaciones y es capaz de vivir con ellas, de vivir bien. Sin pensar más allá, a lo grande. Tienen lo que tienen y eso les hace felices, no necesitan más. Y pasan el tiempo de la mejor manera que tienen y saben: compartiendo.

21.07.2012 - 14:03
La despedida ha sido rápida, pero muy emotiva. Todos me han repetido lo mismo: que esperan verme pronto. Y yo me he alejado con siete kg de mochila por los campos de arroz, mientras en mi cabeza no paraba de sonar una de las canciones que más ponía Uma, Aaja Nachle, y mientras me parece oler aún la carne al curry que Manjari preparaba para el Daal Bhat...

(Hoy ya he llegado al orfanato pero aún tengo demasiadas cosas por procesar así que mañana os cuento mejor mi llegada y mi primer día en  este genial orfanato con unos niños maravillosos).

1 comentario:

  1. Cuanta aventura y cuanta intensidad. Creo que la verdadera riqueza solo se gana haciendo cosas como esta. Viviendo con muy poco se gana todo.
    Las lecciones que das en tus publicaciones son Sutras cargados de significado. Nos estas dando mucho.

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