miércoles, 18 de julio de 2012

Namaste! Hoy mi día ha empezado un poco más tarde porque ayer me compré galletas y he desayunado en la habitación. Como no, cuando he bajado ya tenía aquí a Hari con el periódico, todo aplicado. A mitad de la lección de repente me ha sorprendido con un: ¿quieres un té? A mi, a priori, no me gusta el té, pero soy consciente de que tengo que acostumbrarme, más pasándome 5 semanas aquí, así que le he dicho que no me gustaba pero que me tomaría el que él se tomaba, que tenía que empezar a adaptarme. Me ha traído un té con limón y la verdad es que estaba bastante bueno, me he bebido dos terceras partes, todo un triunfo para mí.

Después de la lección, he ido a comer al Momo Star y he aprendido mi primera lección en Nepal: no puedo comer más de un plato. Me he pedido momos vegetales y noodles y he dejado casi todos los noodles, cosa que aquí me da una vergüenza enorme. Además, los noodles estaban ardiendo y he empezado a sudar un montón, como no. Pues nada, lo dicho, lección aprendida. Me he pasado por el super a comprar crema post-picaduras porque los mosquitos y otros animales aladados, o no, me están acribillando. 

He llegado a la habitación con un poco de margen antes de la cita con Sagar pero él, como Hari, ha venido antes. Lo divertido del tema es que, en vez de esperarme abajo, en el salón, como hace todo el mundo, él va y me pica a la puerta de la habitación. Obviamente, yo no me imaginaba que era él ergo he tardado en abrir porque no sabía ni si estaban picando en mi puerta. Cuando le abro (con poca abertuda), entra todo pancho y se sienta en la cama. En ese momento he pensado madre mía, aquí no hay intimidad, más cuando he visto que al lado de Sagar estaba una parte de mi ropa interior. Y él tan pancho y tan normal. Yo peinándome y poniéndome las botas mientras él iba toqueteando mi móvil. La mar de gracioso. La verdad es que al principio me he sentido un poco invadida pero creo que aquí estas cosas van así, me acostumbraré.

La tarde con Sagar ha ido super bien. Hemos ido a Durbar Square, me lo he pasado en grande, aunque hemos llegado tarde y no hemos podido ver a la Kumari. Sagar es un gran cuenta historias y me cuenta todas las historias relacionadas con la religión, a mí me encantan. También contesta a mis preguntas rebuscadas como por qué aparecen imágenes eróticas en los templos. Me he reído un montón con él, es la leche. De repente está hablando conmigo y se quita los zapatos y empieza a juguetear con sus pies que, como lleva chanclas y pasa por el barro, imaginaos cómo están y luego me toca por detrás para darme susto. Se me están quitando las manías de golpe. Además creo que puedo decir con toda seguridad que si viviese aquí sería un friki de la tecnología. No sabéis cómo le gusta. Me pide la cámara siempre que puede con la excusa de que yo tengo que leer un folleto, dice que es para aligerarme peso pero creo que le encanta fotografiar. Yo le digo que es un pro con la cámara y se hace el modesto.

Luego me ha ayudado a conseguir el teléfono móvil de aquí, estaba divertidísimo haciendo trueques con el hombre de los móviles y de mientras me iba recitando a mi la cantidad de cosas que tenían los teléfonos que me ofrecían. Resulta que el que me he cogido, que no tiene ni color, sí tiene linterna incorporada. Sagar y Suren me decían, ¡hay que ver lo bien que te va a ir! Yo no había visto nunca que un móvil que no tuviese siquiera politonos sí tuviese linterna. Misterios nepalíes. Cuando hemos llegado al hotel, a Sagar le ha faltado tiempo para sacarme el móvil de las manos y empezar a configurármelo, a añadirme contactos en el móvil, etcétera. Luego me ve toquiñeándolo a mí y me viene todo indignado como diciéndome que él me lo había dejado perfecto. Me he reído a carcajadas.

Hoy, de lo cansada que estoy, no he salido ni a cenar fuera. Los del Momo Star me echarán de menos, pobres, hoy me han preguntado que dónde me había dejado las gafas, anda que no tienen memoria. En fin, mi zumo de naraja, mi sandwich de queso y yo nos despedimos por hoy. Mañana parto rumbo a Godavari, ya os contaré a la vuelta.

2 comentarios:

  1. ahiiiii el crecimiento no duele eleva he disfrutado y vivido hasta hoy tus vivencias me haces feliz

    ResponderEliminar