miércoles, 29 de febrero de 2012

"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, que el amor no significa acostarse y una relación no significa seguridad; y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema. Que hay que plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno vale, y con cada día... uno aprende.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba ya no tiene ningún sentido. "
(Desconocido)

miércoles, 22 de febrero de 2012

Siempre me ha hecho una especial gracia encontrarme un fragmento, una cita o una palabra clave en alguna novela mientras la leo. Más aún si se relaciona con algo que estoy viviendo o estoy sintiendo en el momento presente. Y qué decir si es un texto entero y en algo tan inusitado para mí en estos últimos años como es una recopilación de poemas. 

"Fes amb qualsevol cosa l’espai on convergeixin
preguntes i, si pots, també respostes
que en tu i fora de tu cremin i exaltin.
Des d’aquest angle fosc, projecta enfora
la llum que descobreixes quan no cesses
d’interrogar-te.

Bella en la duresa
del seu fluir, la vida et fa senyals
de l’altra riba estant del torrent que voldries
travessar a peu eixut.

No pots, caldrà que et mullis,
i potser moll i tot no sabràs mai
quin designi t’espera.

Però la força
d’aquest vent que t’impulsa deixarà,
quan tu no hi siguis, un so dens en l’aire
que algú meravellat escoltarà
sense saber tal volta què el trasbalsa."

(El so de Miquel Martí i Pol)

domingo, 19 de febrero de 2012

Machik Labdrön recibió un buen consejo de la mano de su maestro. Éste le dijo: confiesa tus defectos ocultos, afronta aquello que te repugna, ayuda a quienes crees que no puedes ayudar, abandona cualquier cosa por la que sientas apego y, por último, ve a los lugares que te asustan. Después de leerlo y pensar que, inicialmente, este consejo tenía un único destinatario, sentí que su verdad se expandía hasta tal punto que acaba salpicándome a mí también. Entonces, y parafraseando a Pizarnik, en esa hora inocente, yo y la que fui nos sentamos en el umbral de mi mirada. Y fue en ese preciso instante en el que surgió el nombre de este blog.

Este pequeño espacio está formado por dos palabras upeksa y parami. Esta última deriva de paramita. Par significa, literalmente, al otro lado y, de hecho, aún se usa coloquialmente en la India para denominar el otro lado del río. Mita significa alguien que ha llegado a ese lado. Ergo paramita representa alguien o alguna cosa que ha conseguido llegar a la otra orilla. Cada paramita tiene la capacidad de encaminarnos más allá de nuestro miedo a dejarnos llevar. Gracias a ellas aprenderemos a sentirnos cómodos en la incertidumbre. De hecho, Pema Chödron decía que el verdadero luchador acepta el hecho de que nunca puede saber qué le ocurrirá a continuación. Es como imaginar que estamos en medio de un río, sin ver sus orillas, y la barca empieza a hacer aguas. No encontramos nada a lo que cogernos. Pero, entonces, nos damos cuenta de que no tiene por qué ser malo. No cogerse a nada significa que podemos relajarnos en este mundo fluido y dinámico. 

Por otro lado, upeksa 
(उपेक्षा) es el concepto budista de la ecuanimidad. Como decía Bhikkhu Bodhi, es la igualdad de la mente, la inquebrantable libertad de la mente, un estado de equiparación que no puede estar alterado por la ganancia y la pérdida, el honor y la deshonra, la alabanza y la culpa, el placer y el dolor. Es la libertad desde todos los puntos de autorreferencia. Y, por encima de todo, es la paramita que, en esa hora inocente en la que me senté conmigo misma, me di cuenta que más necesito y que a la vez es de la que más carezco. Y, aunque todo cambio tiene un camino, también tiene un punto de inflexión. Un momento en el que dos puntos importantes se encuentran: una transición y un lugar.

Octavio Paz acababa el prefacio de ¿Águila o sol? diciendo: hoy lucho a solas con una palabra. La que me pertenece, a la que pertenezco. Y, ahora, ya sí que oficialmente, puedo dar a conocer que mi palabra es Nepal, el lugar donde se producirá el punto de inflexión.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Creo que no hay peor frustración para alguien que escribe que no saber cómo empezar a escribir algo. Desde hace bastante tiempo, mi familia, amigos y conocidos han venido regalándome libretas de todos los tamaños y tipologías. Grandes, pequeñas, medianas, estampadas, lisas, de cuadrícula o con hojas en blanco. Además, por si fuera poco, yo he ido abriendo blogs a diestro y siniestro esperando que alguno me inspirase lo suficiente como para dedicarme a escribir unas líneas cada día o en algún momento. Pero desengañémonos, nunca ha sido así.

Así que, después de pensarlo durante mucho tiempo, me di cuenta que quizá, para escribir con constancia y continuidad, necesitaba una causa muy potente. Algo con lo que necesitara expresar mi experiencia cotidiana. Es así, pues, que tomé la decisión de abrir este blog cuando determiné que quería pasar el verano de este año 2012 en un país lejano, como voluntaria. Supongo que será una forma de estar en permanente contacto con todo, de complementar la experiencia con su misma evolución. Como bien decía Chögyam Trungpa, es posible estar en la destinación en el mismo momento en que estamos viajando por el camino. Y yo creo que he encontrado el germen perfecto. O, al menos, eso espero.