Hoy, cuando he
bajado a por el té Saugat ya ha venido a buscarme para decirme que
si iba con él al cole hoy también me mostraría a sus amigos. Está
super ilusionado y hoy se me caía la baba con él porque iba más
guapo... También les he acompañado sola y Saugat me ha cogido la
mano sólo empezar a caminar. Binod al principio también pero como
es más tímido me la ha soltado rápidamente. Hemos ido los tres
cantando Ai seu ti pego por el camino, que están obsesionados con
esta canción. Después en el colegio han venido todos los amigos de
ayer a saludarme, los he dejado en la escuela y me he ido a pasear un
poco más de media hora por aquí. La verdad es que este sitio me
gusta un montón, es encantador. Me gusta más que el centro de
Katmandú y la zona del hotel. Esto es puro Nepal y da gusto, la
verdad.
Después del paseo
he decidido irme al Thamel sola. He cogido el bus aquí en el cruce y
me he subido. La gente me señala cuando hay sitio para sentarme,
suelen ser muy majos aquí. Me he sentado al lado de una mujer que al
poco me ha dicho que tenía unas manos muy bonitas. Cuando se ha
bajado, le he dicho al chico que tenía al lado si podía indicarme
cuando llegáramos a la parada en la que me tenía que bajar por si
no reconocía el entorno. Me ha dicho que sí y el pobre resulta que
tenía que bajarse dos paradas antes pero se ha esperado a llegar a
la mía y luego me ha dicho que se volvía andando a la suya, que es
donde tenía la universidad. Era estudiante de ingeniería. La gente
tiene cosas como estas, suelen ser personas muy amables y muy
auténticas.
He disfrutado mucho
del paseo hasta el Thamel. He estado haciendo algunas compras y
paseando sola. Cuando he acabado he entrado en el Momo Star porque
tenía un mono de momos que no me lo aguantaba y he comido mis momos
favoritos: momos vegetales con queso. He estado escribiendo mientras
comía, ha sido una experiencia genial. Al salir, iba a marcharme ya
cuando he visto en una tienda una cosa que ha hecho que se me
encendiera la luz. He entrado y el chico que la llevaba resulta que
estaba estudiando español e intentaba hablarme lo mejor que podía.
A mí se me escapaba la risilla porque sin quererlo metía unas
entonaciones y unas cosas que por dentro me partía. Me ha hecho
sentarme y me ha empezado a ofrecer té y yo diciéndole que no.
entonces me ha dicho que le visitara alguna vez y así practicaba
conversación en español. Le he dicho que si estaba por los
alrededores del Thamel ya le visitaría. Después de esto, me ha dado
la mano derecha (signo nepalí habitual) y de repente me besa la mano
y yo ay madre. Me dice que me parezco nepalí y que encantado de ser
mi amigo. Entonces va y me dice que en agradecimiento me regala una
pulsera que tiene una semilla el nombre de la cual es: ojos de Shiva.
Me la pone y también me saca un collar con un elefante (parece que
me lea la mente este) que es Ganesha y me lo regala también y encima
me ha hecho un buen descuento a la compra. Al finalizar, me ha
indicado cómo llevar a la parada de autobuses de la forma más
rápida... ¡Da gusto hacer amigos así!
Cuando iba hacia la
parada de autobuses me he encontrado con una imagen muy fuerte para
mí. Cuando te alejas del Thamel empiezas a ver la pobreza real, la
enfermedad. Ves por la calle gente con miembros amputados o con
miembros fatales pidiendo. Pero lo que me he encontrado hoy no me lo
había encontrado nunca. Iba caminando cuando de repente he visto un
bebé tirado en la calle con un cuenco al lado. Estaba muy sucio y
tenía moscas por todo el cuerpo. Ha sido una imagen realmente cruda.
La madre o familia, no sé lo que era que estaba al lado tampoco
tenían mejor pinta. La cosa es que, aunque sé que esto es una
técnica para que la gente dé mas dinero, es algo que me horroriza
realmente. Pero supongo que cuando hay necesidad se hace todo lo
inimaginable.
Me he vuelto en bus
local sola, todo bien. Ya domino el tema mucho. A medio camino el bus
ha tenido un pequeño problema y se ha quedado parado y nos ha hecho
bajar a todos. Ha podido arrancar de nuevo y nos hemos tenido que
subir casi en marcha. Típico nepalí. Yo pensaba que me quedaba ahí
en medio de la nada y que no podría volver, la risa. Al volver hemos
ido con Gita al colegio de Bijay y Mahesh a recoger las notas de sus
exámenes. La verdad es que Mahesh lo ha hecho muy bien, tiene un
86/100 pero dice que no está contento, que quiere mejores
resultados. Bijay tiene menos y estaba bastante preocupado por si
Suman le decía algo. No le ha dicho nada finalmente. A quien sí le
ha dicho es a Sangham, y mucho. He presenciado como le daban en la
sala de estudio. Ha sido una cosa muy dura, Sangham es el más
pequeño de todos. Sé que es tremendo y que Suman tiene que poner un
poco de orden al asunto, él es un crío complicado que viene de la
calle y es muy rebelde pero, aún así, ver escenas así me rompe el
corazón.
Hoy por la calle me
entraba la risa porque aquí, en Nepal, se ve cada cosa... Los
nepalíes son muy ellos, por decirlo de alguna manera. Aquí ves
autobuses que parecen una lata de sardinas y en los que el efecto
dominó es continuo (si te caes tú, se cae el de al lado y así
consecutivamente), motos con 4 personas encima, chicos de la mano
(entre chicos y entre chicas ir de la mano es signo de amistad muy
fuerte), etcétera. Cosas muy curiosas que no dejan de sorprenderme. En fin. Esto es todo por hoy. Mañana viene una voluntaria nueva al orfanato y seremos dos aquí, a ver qué tal va. Saludos desde el país de las cosas curiosas.
Pese a las cosas que puedas ver duras, es genial moverte libremente por el mundo y tener opción de ver todas sus caras. Algunas caras nos parecen irreales, pero son quizá mucho más reales que la ilusión en la que vivimos.
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