viernes, 27 de julio de 2012

Hoy, cuando he bajado a por el té Saugat ya ha venido a buscarme para decirme que si iba con él al cole hoy también me mostraría a sus amigos. Está super ilusionado y hoy se me caía la baba con él porque iba más guapo... También les he acompañado sola y Saugat me ha cogido la mano sólo empezar a caminar. Binod al principio también pero como es más tímido me la ha soltado rápidamente. Hemos ido los tres cantando Ai seu ti pego por el camino, que están obsesionados con esta canción. Después en el colegio han venido todos los amigos de ayer a saludarme, los he dejado en la escuela y me he ido a pasear un poco más de media hora por aquí. La verdad es que este sitio me gusta un montón, es encantador. Me gusta más que el centro de Katmandú y la zona del hotel. Esto es puro Nepal y da gusto, la verdad. 

Después del paseo he decidido irme al Thamel sola. He cogido el bus aquí en el cruce y me he subido. La gente me señala cuando hay sitio para sentarme, suelen ser muy majos aquí. Me he sentado al lado de una mujer que al poco me ha dicho que tenía unas manos muy bonitas. Cuando se ha bajado, le he dicho al chico que tenía al lado si podía indicarme cuando llegáramos a la parada en la que me tenía que bajar por si no reconocía el entorno. Me ha dicho que sí y el pobre resulta que tenía que bajarse dos paradas antes pero se ha esperado a llegar a la mía y luego me ha dicho que se volvía andando a la suya, que es donde tenía la universidad. Era estudiante de ingeniería. La gente tiene cosas como estas, suelen ser personas muy amables y muy auténticas.

He disfrutado mucho del paseo hasta el Thamel. He estado haciendo algunas compras y paseando sola. Cuando he acabado he entrado en el Momo Star porque tenía un mono de momos que no me lo aguantaba y he comido mis momos favoritos: momos vegetales con queso. He estado escribiendo mientras comía, ha sido una experiencia genial. Al salir, iba a marcharme ya cuando he visto en una tienda una cosa que ha hecho que se me encendiera la luz. He entrado y el chico que la llevaba resulta que estaba estudiando español e intentaba hablarme lo mejor que podía. A mí se me escapaba la risilla porque sin quererlo metía unas entonaciones y unas cosas que por dentro me partía. Me ha hecho sentarme y me ha empezado a ofrecer té y yo diciéndole que no. entonces me ha dicho que le visitara alguna vez y así practicaba conversación en español. Le he dicho que si estaba por los alrededores del Thamel ya le visitaría. Después de esto, me ha dado la mano derecha (signo nepalí habitual) y de repente me besa la mano y yo ay madre. Me dice que me parezco nepalí y que encantado de ser mi amigo. Entonces va y me dice que en agradecimiento me regala una pulsera que tiene una semilla el nombre de la cual es: ojos de Shiva. Me la pone y también me saca un collar con un elefante (parece que me lea la mente este) que es Ganesha y me lo regala también y encima me ha hecho un buen descuento a la compra. Al finalizar, me ha indicado cómo llevar a la parada de autobuses de la forma más rápida... ¡Da gusto hacer amigos así!

Cuando iba hacia la parada de autobuses me he encontrado con una imagen muy fuerte para mí. Cuando te alejas del Thamel empiezas a ver la pobreza real, la enfermedad. Ves por la calle gente con miembros amputados o con miembros fatales pidiendo. Pero lo que me he encontrado hoy no me lo había encontrado nunca. Iba caminando cuando de repente he visto un bebé tirado en la calle con un cuenco al lado. Estaba muy sucio y tenía moscas por todo el cuerpo. Ha sido una imagen realmente cruda. La madre o familia, no sé lo que era que estaba al lado tampoco tenían mejor pinta. La cosa es que, aunque sé que esto es una técnica para que la gente dé mas dinero, es algo que me horroriza realmente. Pero supongo que cuando hay necesidad se hace todo lo inimaginable.

Me he vuelto en bus local sola, todo bien. Ya domino el tema mucho. A medio camino el bus ha tenido un pequeño problema y se ha quedado parado y nos ha hecho bajar a todos. Ha podido arrancar de nuevo y nos hemos tenido que subir casi en marcha. Típico nepalí. Yo pensaba que me quedaba ahí en medio de la nada y que no podría volver, la risa. Al volver hemos ido con Gita al colegio de Bijay y Mahesh a recoger las notas de sus exámenes. La verdad es que Mahesh lo ha hecho muy bien, tiene un 86/100 pero dice que no está contento, que quiere mejores resultados. Bijay tiene menos y estaba bastante preocupado por si Suman le decía algo. No le ha dicho nada finalmente. A quien sí le ha dicho es a Sangham, y mucho. He presenciado como le daban en la sala de estudio. Ha sido una cosa muy dura, Sangham es el más pequeño de todos. Sé que es tremendo y que Suman tiene que poner un poco de orden al asunto, él es un crío complicado que viene de la calle y es muy rebelde pero, aún así, ver escenas así me rompe el corazón.

Hoy por la calle me entraba la risa porque aquí, en Nepal, se ve cada cosa... Los nepalíes son muy ellos, por decirlo de alguna manera. Aquí ves autobuses que parecen una lata de sardinas y en los que el efecto dominó es continuo (si te caes tú, se cae el de al lado y así consecutivamente), motos con 4 personas encima, chicos de la mano (entre chicos y entre chicas ir de la mano es signo de amistad muy fuerte), etcétera. Cosas muy curiosas que no dejan de sorprenderme. En fin. Esto es todo por hoy. Mañana viene una voluntaria nueva al orfanato y seremos dos aquí, a ver qué tal va. Saludos desde el país de las cosas curiosas.

1 comentario:

  1. Pese a las cosas que puedas ver duras, es genial moverte libremente por el mundo y tener opción de ver todas sus caras. Algunas caras nos parecen irreales, pero son quizá mucho más reales que la ilusión en la que vivimos.

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