lunes, 28 de mayo de 2012

Esta entrada la dedico a quienes se hayan preguntado el por qué de mi repentina fascinación por los lepidópteros, en relación con la magnífica historia del maestro taoísta Chuang Tzu. Todo tiene una explicación queridos lectores. Y, como ya deben saber que me explico bien con párrafos ajenos, la encontrarán en otro fragmento:

¿Puede saberse quién eres tú? -preguntó la Oruga. (…) Alicia contestó, algo intimidada:
- La verdad, señora, es que en estos momentos no estoy muy segura de quién soy. El caso es que sé muy bien quién era esta mañana, cuando me levanté, pero desde entonces he debido sufrir varias transformaciones.
- ¿Qué es lo que tratas de decirme? -dijo la Oruga con toda severidad-. ¡Explícate, por favor!
- ¡Ésa es justamente la cuestión! –exclamó Alicia-. No me puedo explicar a mí misma porque yo no soy yo, ¿se da usted cuenta?
- Pues no, no me doy cuenta –dijo la Oruga.
- Siento no poder explicárselo a usted con mayor claridad -dijo Alicia en un tono muy cortés- porque, para empezar, ni yo misma lo entiendo… ¡Comprenderá usted que cambiar tantas veces de tamaño en un solo día no es fácil de entender!
- Sí es fácil, le replicó la Oruga.
- Bueno, lo que ocurre es que usted todavía no ha pasado por ello -dijo Alicia-, pero llegará el día en que se convertirá en crisálida y después en mariposa, y entonces ¡ya veremos lo que siente usted!
- ¿Y qué iba a sentir? ¡Pues nada!
- Está bien -concedió Alicia- Es posible que sus sentimientos y los míos sean muy distintos, pero puedo decirle que yo en su lugar me sentiría muy rara.
- ¡Tú! -exclamó con desdén la Oruga- ¿Y quién eres tú, si se puede saber?
Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas

1 comentario:

  1. Por casualidad ha llegado a mí esta "reflexión" que pongo en tu conocimiento ya que me parece muy digna de tener en cuenta!!!..."Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar."

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