jueves, 10 de mayo de 2012

Siempre llevo un libro encima para leer, más aún en los trenes. Es algo inspirador. Así pues, me encontraba leyendo Alguien tendría que prohibir los domingos por la tarde en un tren de vuelta cuando, de repente, he sentido que tenía un déjà vu con algo que había escrito Isabel Coixet. Ahora me he dado cuenta y es que esta gran mujer (todo aquel que esté leyendo esto sabe de mi admiración por ella), parece haber ampliado algo que mencionó Mark Twain incitándonos a navegar lejos de puertos seguros.

En la página 49 escribe: "Es nuestro deber saber (o intentarlo al menos) dónde estamos y avanzar, aunque sea a ciegas y con multitud de traspiés, hacia algo que no conocemos aún, pero que nos va a llevar muy lejos de la zona de confort donde estamos instalados. Arriesgar, experimentar, explorar lo desconocido, poner lo mejor de nosotros en lo que hacemos sin tener el ojo puesto en la taquilla, el prestigio o nuestra propia vanidad es el único camino posible que se me ocurre."

1 comentario:

  1. Gran mujer... gran reflexión.
    Creo que podría completar la reflexión con este escrito de Han Shan poeta chino de finales de la dinastía Tang que decía ya en aquella época:
    Que tontos son aquellos que se alejan de lo que es real, verdadero y duradero y en cambio persiguen las formas fugaces del mundo material, formas que son simples reflejos en el espejo del ego.

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