miércoles, 1 de febrero de 2012

Creo que no hay peor frustración para alguien que escribe que no saber cómo empezar a escribir algo. Desde hace bastante tiempo, mi familia, amigos y conocidos han venido regalándome libretas de todos los tamaños y tipologías. Grandes, pequeñas, medianas, estampadas, lisas, de cuadrícula o con hojas en blanco. Además, por si fuera poco, yo he ido abriendo blogs a diestro y siniestro esperando que alguno me inspirase lo suficiente como para dedicarme a escribir unas líneas cada día o en algún momento. Pero desengañémonos, nunca ha sido así.

Así que, después de pensarlo durante mucho tiempo, me di cuenta que quizá, para escribir con constancia y continuidad, necesitaba una causa muy potente. Algo con lo que necesitara expresar mi experiencia cotidiana. Es así, pues, que tomé la decisión de abrir este blog cuando determiné que quería pasar el verano de este año 2012 en un país lejano, como voluntaria. Supongo que será una forma de estar en permanente contacto con todo, de complementar la experiencia con su misma evolución. Como bien decía Chögyam Trungpa, es posible estar en la destinación en el mismo momento en que estamos viajando por el camino. Y yo creo que he encontrado el germen perfecto. O, al menos, eso espero.

2 comentarios:

  1. Como decía Teresa de Calcuta "Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite."...estoy segura que al fin has encontrado "el aceite" que mantendrá este blog "encendido"

    ResponderEliminar
  2. You don't exist
    The things you think that exist are impermanent
    http://www.youtube.com/watch?v=7Ebthg7padM

    ResponderEliminar